EUROPA
PRESS
8 diciembre
2021
¿'Viagra'
contra el Alzheimer? Reduce un 69% el riesgo
Un nuevo estudio dirigido por la
Clínica Cleveland, en Estados Unidos, ha identificado el sildenafilo,
comercializado como 'Viagra' contra la disfunción eréctil y 'Ravatio' para la hipertensión pulmonar, como un prometedor
candidato a fármaco para ayudar a prevenir y tratar la enfermedad de Alzheimer.
Según los resultados, publicados en la revista 'Nature Aging', el equipo de
investigación, dirigido por el doctor Feixiong Cheng,
del Instituto de Medicina Genómica de la Clínica Cleveland, utilizó una metodología
computacional para examinar y validar los fármacos aprobados como posibles
terapias para la enfermedad de Alzheimer.
Mediante un análisis a gran escala de una base de datos de
más de 7 millones de pacientes, determinaron que el sildenafilo
se asocia a una reducción del 69% de la incidencia de la enfermedad de
Alzheimer, lo que indica la necesidad de realizar ensayos clínicos de
seguimiento de la eficacia del fármaco en pacientes con la enfermedad.
"Estudios recientes demuestran que la interacción entre
el amiloide y la tau contribuye más al Alzheimer que cualquiera de los dos por
sí solo, explica Cheng. Por tanto, nuestra hipótesis es que los fármacos
dirigidos a la intersección de la red molecular de los endofenotipos
amiloide y tau deberían tener el mayor potencial de éxito".
La reutilización de fármacos, es decir, el uso de un
medicamento existente para nuevos fines terapéuticos ofrece una alternativa
práctica al costoso y largo proceso tradicional de descubrimiento de fármacos.
"Este trabajo es un ejemplo de un área creciente de
investigación en medicina de precisión en la que los grandes datos son clave
para conectar los puntos entre los fármacos existentes y una enfermedad
compleja como el Alzheimer", destaca Jean Yuan, Mdirector
del programa de Bioinformática Traslacional y Desarrollo de Fármacos en el
Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA), parte de los Institutos
Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, que financió esta investigación.
"Este es uno de los muchos esfuerzos que estamos
apoyando para encontrar medicamentos existentes o compuestos seguros
disponibles para otras condiciones que serían buenos candidatos para los
ensayos clínicos de la enfermedad de Alzheimer", añade.
El equipo del doctor Cheng ha descubierto que la comprensión
de los subtipos (endofenotipos) de las enfermedades
neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, puede ayudar a revelar los
mecanismos subyacentes comunes y conducir al descubrimiento de objetivos
procesables para la reutilización de medicamentos.
La acumulación de proteínas beta amiloide y tau en el
cerebro da lugar a placas amiloides y ovillos neurofibrilares de tau, dos
rasgos distintivos de los cambios cerebrales relacionados con el Alzheimer. La
cantidad y la localización de estas proteínas en el cerebro pueden ayudar a
definir los endofenotipos.
Sin embargo, actualmente no existe ningún tratamiento contra
el amiloide o los ovillos neurofibrilares tau aprobado, y en la última década
han fracasado muchos ensayos clínicos de este tipo de tratamientos.
"Estudios recientes demuestran que la interacción entre
el amiloide y la tau contribuye más al Alzheimer que cualquiera de los dos por
sí solo, subraya Cheng. Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que los
fármacos dirigidos a la intersección de la red molecular de los endofenotipos amiloide y tau deberían tener el mayor
potencial de éxito".
Utilizando una gran red de mapeo genético, los investigadores
integraron datos genéticos y otros datos biológicos para determinar cuáles de
los más de 1.600 fármacos aprobados podrían ser un tratamiento eficaz para la
enfermedad de Alzheimer.
Señalaron los fármacos que se dirigen tanto al amiloide como
a la tau como los que tienen una mayor puntuación en comparación con los que se
dirigen sólo a uno o a otro. "El sildenafilo,
que ha demostrado mejorar significativamente la cognición y la memoria en
modelos preclínicos, se presentó como el mejor candidato a fármaco",
destaca Cheng.
El equipo de investigación utilizó una gran base de datos de
reclamaciones de más de 7 millones de personas en Estados Unidos para examinar
la relación entre el sildenafilo y los resultados de
la enfermedad de Alzheimer, comparando a los usuarios de sildenafilo
con los no usuarios.
El análisis incluyó a los pacientes que utilizaban fármacos
de comparación que, o bien estaban en un ensayo clínico activo sobre el
Alzheimer (losartán o metformina), o bien aún no se
había informado de que fueran relevantes para la enfermedad (diltiazem o glimepirida).
Descubrieron que los usuarios de sildenafilo
tenían un 69% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer
que los no usuarios de sildenafilo tras 6 años de
seguimiento. En concreto, el sildenafilo redujo el
riesgo de padecer la enfermedad en un 55% en comparación con el losartán, en un 63% en comparación con la metformina, en un
65% en comparación con el diltiazem y en un 64% en
comparación con la glimepirida.
"En particular, descubrimos que el uso de sildenafilo reducía la probabilidad de padecer Alzheimer en
individuos con enfermedad arterial coronaria, hipertensión y diabetes de tipo
2, todas ellas comorbilidades significativamente asociadas al riesgo de padecer
la enfermedad, así como en aquellos que no la padecen", añade el doctor
Cheng.
Para profundizar en el efecto del sildenafilo
sobre la enfermedad de Alzheimer, los investigadores desarrollaron un modelo de
células cerebrales derivadas de pacientes con Alzheimer utilizando células
madre.
En el modelo, descubrieron que el sildenafilo
aumentaba el crecimiento de las células cerebrales y disminuía la hiperfosforilación de las proteínas tau (un rasgo
distintivo que da lugar a los ovillos neurofibrilares), lo que ofrece una
visión biológica de cómo el sildenafilo puede influir
en los cambios cerebrales relacionados con la enfermedad.
"Dado que nuestros hallazgos sólo establecen una
asociación entre el uso de sildenafilo y la reducción
de la incidencia de la enfermedad de Alzheimer, ahora estamos planificando un
ensayo mecanístico y un ensayo clínico aleatorio de
fase II para comprobar la causalidad y confirmar los beneficios clínicos del sildenafilo para los pacientes de Alzheimer, concluye
Cheng. También prevemos que nuestro enfoque se aplique a otras enfermedades
neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson y la esclerosis lateral
amiotrófica, para acelerar el proceso de descubrimiento de fármacos".